Seguimiento regular y continuo de la solidez financiera del operador y/o de su empresa matriz, basado normalmente en criterios financieros detallados y especificados. Los criterios financieros pueden incluir los activos netos y los activos corrientes netos, la ubicación de los activos, diversos ratios financieros. Se puede exigir al operador o a la empresa matriz que sigan cumpliendo con una calificación crediticia específica que debe comunicarse directamente al regulador a costa del operador.
Control regular y continuo de la solidez financiera del operador y/o de su empresa matriz.